A pesar de que Jesús fue un personaje histórico, la mayoría de lo que se sabe de él proviene de los Evangelios, que son libros religiosos. Los Evangelios presentan a Jesús como un niño milagroso, un enseñante divino, un hombre de fe, un hombre de oración, un hombre de amor y, finalmente, un hombre de muerte. Aunque la mayoría de lo que se sabe de Jesús proviene de los Evangelios, también hay referencias a él en otros libros de la Biblia.
Según la Biblia, Jesús creció en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
¿Cómo creció Jesús según la Biblia?
En la Biblia, Jesús se presenta como el Hijo de Dios, nacido de una virgen, y se describe su infancia, vida, ministerio, muerte y resurrección. Según la Biblia, Jesús creció en el hogar de un carpintero en Nazaret, en la provincia romana de Galilea. A los doce años, Jesús sorprendió a los maestros en el templo de Jerusalén con su sabiduría. Después de esto, Jesús comenzó su ministerio público, predicando el Evangelio del Reino de Dios y realizando milagros. Jesús enfrentó el oposición de los líderes religiosos de su época, y finalmente fue condenado a muerte en un juicio injusto. Jesús murió en la cruz, pero resucitó de los muertos y se le apareció a muchos de sus seguidores. La Biblia enseña que Jesús es el Salvador, el Hijo de Dios, y el Señor de todos.
Jesús: de niño a hombre
Jesús nació en Belén, en el seno de una familia humilde. A los doce años, sorprendió a los doctores de la Ley con su sabiduría. A los treinta, inició su ministerio público predicando el Evangelio. Su mensaje era novedoso y sus milagros atraían a multitudes. Jesús enfrentó el rechazo de los fariseos y fue acusado de blasfemia. En el año 33, fue crucificado en Jerusalén. Su muerte puso fin a su ministerio, pero también fue el inicio de la nueva religión que llevaría su nombre: el cristianismo.
¿Cómo creció Jesús dentro de su familia? – Una perspectiva familiar sobre el crecimiento de Jesús
Jesús nació en Belén, en el seno de una familia judía tradicional. Durante su niñez y adolescencia, Jesús vivió en Nazaret, una aldea en Galilea. En la Biblia, se nos dice que Jesús creció «en sabiduría y en estatura, y en favor ante Dios y ante los hombres» (Lucas 2:52).
Aunque la Biblia no nos da muchos detalles sobre la infancia de Jesús, podemos inferir algunas cosas sobre su familia y su vida en Nazaret. Jesús probablemente asistió a la escuela local, donde aprendió los rudimentos de la religión judía. También aprendió a leer y a escribir en hebreo, y probablemente en arameo también.
En cuanto a su familia, Jesús tuvo una madre amorosa en María, y un padre adoptivo en José. Tenía un hermano menor, Jacobo, y un par de hermanastros, Santiago y José (hijos de José y de su esposa anterior). Jesús también tuvo una tía materna, Isabel, y un primo, Juan el Bautista.
La familia de Jesús era pobre, y probablemente vivía en una casa sencilla de piedra y barro. Como era costumbre en esa época, Jesús trabajó con su padre adoptivo en la carpintería.
Aunque la Biblia nos da pocos detalles sobre la vida de Jesús durante su niñez y adolescencia, podemos inferir que fue un niño y un adolescente feliz, rodeado de su familia y de su comunidad. Jesús creció en un ambiente de fe y de amor, y esto se reflejó en su propia vida y en su ministerio.
¿Cómo crecía el niño en Nazareth? Un estudio sobre el desarrollo infantil en el hogar de Jesús
El niño Jesús creció en Nazareth, en el hogar de su madre, María, y de su padre, José. Según los Evangelios, Jesús nació en Belén, pero cuando era niño, su familia se trasladó a Nazareth. Jesús pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia en Nazareth. El Evangelio de Lucas describe el hogar de Jesús como un lugar humilde, y dice que Jesús era obediente a sus padres.
Jesús probablemente asistió a la escuela local, donde aprendió a leer y escribir en arameo y griego. También aprendió a hacer trabajos manuales, como la carpintería. Según la tradición, Jesús era un niño tranquilo y amable, y sus maestros lo querían.
A medida que Jesús fue creciendo, empezó a tener más contacto con los adultos de su comunidad. Aprendió de los sabios ancianos, y también visitó a los enfermos y a los que estaban en prisión. Jesús era conocido por su amor y compasión por los demás, especialmente por los marginados y los necesitados.
En la época de Jesús, la mayoría de los niños no asistían a la escuela, y aprendían el oficio de sus padres. Jesús, sin embargo, no siguió el camino tradicional, sino que escogió seguir el camino de la religión. A los treinta años, Jesús empezó su ministerio público, enseñando a la gente sobre Dios y llamándoles a seguirlo.
La Biblia nos dice que Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en favor ante Dios y los hombres (Lucas 2:52). No solo crecía físicamente, sino también espiritualmente. A medida que Jesús iba creciendo, iba madurando en su relación con Dios y en su sabiduría. Esto nos muestra que debemos seguir el ejemplo de Jesús y buscar crecer tanto en nuestra relación con Dios como en nuestra sabiduría.
Jesús creció en un hogar lleno de amor y de fe. Sus padres, José y María, le enseñaron a amar a Dios y a su prójimo. Jesús creció sabiendo que era amado por Dios y que tenía un propósito especial en la vida. A medida que Jesús fue creciendo, sus enseñanzas y milagros atrajeron a cada vez más seguidores. Su mensaje de amor y perdón transformó el mundo para siempre.
