En España, las pensiones se rigen por la Ley de Seguridad Social, que establece los requisitos para tener derecho a percibirlas, así como las condiciones en las que se pueden perder.
En el caso de que fallezca el titular de una pensión, esta se puede traspasar a su cónyuge o pareja de hecho, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos. En el caso de que no se cumplan estos requisitos, la pensión se extingue.
En caso de muerte, la pensión se hereda por ley a los cónyuges e hijos menores de edad. Si no hay cónyuges e hijos menores de edad, la pensión se hereda por ley a los padres, hermanos y hermanas.
¿Cuándo un hijo puede cobrar la pensión de su madre fallecida?
En España, un hijo puede cobrar la pensión de su madre fallecida a partir de los 18 años de edad si cumple ciertos requisitos. Para cobrar la pensión, el hijo debe estar empadronado en el municipio donde residía su madre al fallecer, y debe presentar una solicitud ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
¿Quién cobra la pensión de un jubilado fallecido? – Guía completa
La pensión de un jubilado fallecido se cobra a la persona que se haya encargado de los gastos funerarios y/o a la persona que esté designada en el testamento del fallecido. Si el fallecido no deja un testamento, la pensión se cobrará a la persona que demuestre que tenía la intención de hacerse cargo de los gastos.
¿Quién tiene derecho a la pensión en favor de familiares? – Guía completa
En España, las pensiones en favor de familiares son prestaciones por las que se reconoce el derecho a percibir una pensión a aquellas personas que cuidan de una persona enferma o con discapacidad.
Estas prestaciones están reguladas por la Ley de Seguridad Social y se encuentran dentro del Sistema de Seguridad Social.
Para tener derecho a estas prestaciones, es necesario que la persona cuidada sea menor de 16 años o mayor de 65 años, o bien, tenga una discapacidad igual o superior al 33%.
Asimismo, el cuidador debe tener una relación de parentesco o afinidad con la persona cuidada, y no puede estar empleado ni percibir otra prestación por cuidado de familiares.
Por último, es necesario que el cuidador no tenga ingresos suficientes para mantenerse, y que la persona cuidada no tenga ingresos suficientes para costearse el cuidado que necesita.
Las pensiones en favor de familiares son prestaciones mensuales, y el importe que se percibe está determinado por el grado de parentesco o afinidad con la persona cuidada, así como por el nivel de dependencia de esta.
¿Qué pasa con la pensión de una persona que muere? ¿Se pierde la pensión?
La pensión de una persona que muere se transfiere a su cónyuge o a sus hijos, según las leyes de cada país.
En caso de muerte, la pensión se hereda a los beneficiarios designados por el afiliado. Si no hay beneficiarios designados, la pensión se paga a los herederos legales del afiliado.
En el caso de que una persona fallezca, la pensión se otorgará a su cónyuge o a sus hijos menores de edad. Si la persona fallecida no tiene cónyuge ni hijos, la pensión se otorgará a sus padres.